Los estudiantes que hacen cine con una leyenda del norte neuquino

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Los estudiantes que hacen cine con una leyenda del norte neuquino
Los estudiantes que hacen cine con una leyenda del norte neuquino

La Chascona busca contribuir al desarrollo cultural de esta región y tener más historias locales contadas por sus habitantes.

El norte neuquino es una tierra bendecida por sus encantos naturales pero también es la cuna de mitos y leyendas que exacerban sin límites sus misterios y encantos de otros tiempos. Por esta razón y para contribuir con el desarrollo cultural de la comunidad, un grupo de estudiantes de la Epea 1 de Las Ovejas desarrolló un emprendimiento cinematográfico para ponerle imágenes y voces a una de las leyendas más emblemáticas de la región.

“Hace un año atrás, en el taller audiovisual de la Epea 1, realizamos un trabajo de investigación y un arduo rodaje, con frío y la pandemia en el medio que no terminaba de irse. Les presentamos La Chascona, una leyenda del norte neuquino. Pasen a darle mucho, mucho amor”, posteó Aldana Iglesias en sus redes sociales al presentar oficialmente el video en forma pública.

Ella es la coordinadora del taller de artes visuales del colegio. comentó que “en el año 2018 comenzamos con el taller audiovisual. Hasta ese momento veníamos haciendo hincapié en radio, en particular. Y el año pasado, durante un programa radial de la emisora de la escuela, surgió el interés por conocer más acerca de las leyendas populares del norte neuquino. Así llegamos a La Chascona, salimos a preguntar a los abuelos, familiares y vecinos de Las Ovejas sobre esta historia. Algunos pudimos registrar en grabaciones y nos quedamos con la de Marcelo Muñoz, él tiene el paraje denominado La Chascona, unos metros antes de ingresar al pueblo. Nos compartió su testimonio y en base a eso armamos el guion entre todo el equipo”.

Respecto a la producción y a la filmación del cortometraje dijo que “fueron varios meses de rodaje, en tres escenarios diferentes. Luego vino la postproducción, con edición de audio y video. Logramos terminarlo en noviembre y nos ofrecieron hacer el "estreno" en un bar del pueblo, donde los chicos pudieron compartir sus sentires acerca de la experiencia y proyectar el video”.

El día del estreno

El conocido Bar de Montaña fue la plataforma elegida para presentar y mostrar el trabajo de largos meses. Las sensaciones fueron múltiples por el mérito de hacer un trabajo audiovisual consecuente con la cultura popular de Las Ovejas. “Fueron las familias y mucha gente de la comunidad. Todos muy felices por poder hacer un trabajo audiovisual desde las escuelas para intentar brindar un registro y aporte cultural a las creencias, costumbres y cultura de los pueblos, en este caso de Las Ovejas”, relató Aldana.

Más adelante mencionó que “nosotros pertenecemos a los Programas Socioeducativos, con el programa Medios escolares del proyecto Escuelas neuquinas abiertas que siempre nos acompañan con los talleres”. Si bien en la presentación difundieron el material fílmico no pudieron hacer lo mismo más tarde en las redes. Al respecto expresó que “en noviembre del año pasado. tuvimos algunos problemas con el Copyright por lo que no podíamos subirlo a Youtube. Por eso lo hicimos recién hace unos días. Varios de los chicos que participaron de la iniciativa ya egresaron”.

Se vienen más proyectos fílmicos

Aldana Iglesias tiene a su cargo el departamento de artes visuales desde el año 2018 en la Epea 1 de Las Ovejas. Llegó del norte del país con muchas inquietudes similares a la de sus alumnos y como una amalgama perfecta le dieron vida a este primer cortometraje y ya se vienen otras producciones. “Estamos en la cocina de otros trabajos audiovisuales. Nos gustaría seguir compartiendo saberes y creencias populares del norte neuquino”, expresó.

Sobre sus sensaciones personales y particulares dijo que “para mí fue un gran desafío porque veníamos de trabajar solo en radio pero tenía muchas ganas de una apuesta más fuerte. El grupo es maravilloso y se disfruta mucho el tiempo compartido. Yo soy coordinadora del taller audiovisual desde 2018. Soy santiagueña, por lo que las leyendas y el folclore de los pueblos las traigo conmigo. Me parece sumamente rico e importante tratar de trabajar para difundir los saberes populares”.

Comentó además que “en este taller afortunadamente se dio que los chicos tenían sentires parecidos, por lo que fue una idea que se aceptó de inmediato porque surgió en forma espontánea y consensuada”. Por último informó que “los talleres son para toda la escuela, funcionan en contra turno y participan quienes deseen, sin obligación. En ese trabajo, en particular, había estudiantes de cuarto a sexto año. La Epea es una escuela técnica y tenemos cursos hasta sexto año”.

Protagonistas y realizadores, todos en uno

El entusiasmo de los cineastas noveles fue el factor fundamental para lograr un producto de calidad. La mayoría de los chicos cumplieron varias funciones a la vez dentro del emprendimiento. Por citar algunos ejemplos podemos decir que: La dirección fue de Julián Ormazábal y Gonzalo Cofre, la edición de Samira Parada y Fernando Martínez. En Cámaras Gerónimo Seró, en maquillaje y vestuario Aldana Muñoz. El elenco fue integrado por Fernando Martínez, Aldana Muñoz, Lucas Otero y Gonzalo Cofré. En tanto la coordinación general estuvo a cargo de la profesora Aldana Iglesias. En primera persona algunos participantes de la cinta en diálogo con este diario relataron las experiencias vividas.

“Yo protagonicé en el rodaje La Chascona a un personaje de gaucho cuando me encontraba en sexto año de la Epea 1. Fue una experiencia muy linda, cuando nos acordamos con mis amigos nos reímos y fue un laburo lindo. Aprendimos bastantes cosas nuevas, conocimos gente y nos llevamos buenos recuerdos”, dijo Fernando Martínez.

Samira Parada, por su parte, señaló: "Soy estudiante de sexto año de la Epea 1 y soy parte del taller audiovisual. La idea del cortometraje surgió el año pasado cuando un día haciendo radio empezamos a charlar y a contar leyendas del norte neuquino. El cortometraje que hicimos lo hicimos en base a la leyenda de La Chascona, que trata sobre la silueta de una mujer que se subía en ancas a los caballos y hacía que los jinetes pierdan su rumbo. Cuando ya teníamos la idea, nuestra profe se contactó con Marcelo Muñoz. Él es el dueño del campo donde pasaba la leyenda. Nos dio su relato y también nos dejó filmar en el lugar, así que gran parte del cortometraje está filmado donde aparecía La Chascona”.

Julián Ormazábal, de 18 años, dijo: "Soy de Las Ovejas y estudio en la Epea 1 donde participo del taller audiovisual. El año pasado tuvimos la oportunidad de crear un cortometraje hecho por nosotros y elegimos hacerlo sobre una leyenda, la leyenda de La Chascona. Fue una experiencia muy linda, todo lo que se realizó desde el primer momento, desde la idea, la creación, el guion, del principio al final fue una experiencia muy linda la cual estoy muy agradecido de haberla tenido, y agradecido también a la profe Aldana que siempre estuvo ayudándonos. Fue una experiencia totalmente nueva para mí, nunca tuve la oportunidad de hacer algo como esta actividad, fue muy lindo. Yo tuve la tarea de filmar, también participar sobre la creación del guion y en la mayoría de las cosas tuve algo que ver. En pocas palabras, fue una experiencia muy linda de la cual estoy re contento y que me gustaría volver a repetir. En el equipo éramos menos de 10 personas así que todos hicimos un poquito de producción, de filmación, de edición y a pesar de que nos llevó varios meses poder hacerlo, lo pudimos terminar. Estamos contentos de que le estén dando apoyo porque son leyendas que son parte de la cultura de nuestro pueblo”.

Basada en testimonios reales

En el caso de este cortometraje fue muy importante el relato de Marcelo Muñoz, habitante del paraje conocido como La Chascona. “La historia de La Chascona es una historia que conozco desde hace mucho tiempo. Yo tengo muchos recuerdos de lo que me contó mi abuelo materno con quien compartí más en muchos aspectos de la vida. El me contaba que en las noches solía verse alguna luz en estos lugares cuando pasaban los jinetes por la ruta. Las personas por lo general no se atrevían a ver de qué se trataba esa luz sino que trataban de no mirar demasiado y seguir su rumbo. A otras personas solía generarle miedo lo desconocido y trataban de irse lo más rápido posible y si era galopando mejor. En otras ocasiones solía aparecer una mujer que saltaba al anca de los caballos y cuando eso sucedía los caballos salían disparando de manera enfurecida y sin rumbo y el jinete por lo general se caía o si seguía montado se terminaba perdiendo. Era la imagen de una mujer de pelo muy largo con una túnica blanca. Este lugar a partir de entonces se llama La Chascona”, relata Muñoz al final del cortometraje mientras van apareciendo los créditos de la producción.



Fuente L.M.N.




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